CENIZAS
Cada vez que te veo,
cada vez que te hago reír,
pones en duda mi existencia
pues sin ti no quiero vivir.
Cada vez que me miras,
cada vez que me haces reír
me siento más solo,
porque sin mí puedes seguir.
Tal vez sea loco que yo piense,
que tú podrías ser mi loca.
Tú, en cambio, fumas otro cigarro
y sólo dejas cenizas en mi boca.
De un segundo a otro,
todo mi mundo cambias.
Y sin mucho más que hacer,
apresurada, y sin mí, te largas.
Me quedo con el eco de tus pasos,
y con un abrazo vacío.
Tú cada vez más lejos,
aunque sigues al lado mío.
Y se me ocurre gritar desesperado,
correr detrás de ti a toda prisa.
Pero en mis manos solo me quedan
un montón de frías cenizas.
